Si se quiere comenzar a cambiar la mentalidad de los jugadores golpeadores, esos de indisciplina marcada en el campo de juego provocado por la frustración de verse abajo en el marcador, superados ampliamente por el rival o hasta por un simple túnel que les hayan hecho, es obligado que los clubes comiencen a inconformarse ante la Comisión Disciplinaria pidiendo inhabilitación por los daños que hayan resultado tras el enfrentamiento reciente.
Aplausos para Chivas, equipo que hará lo propio tras la artera entrada de Rubens Sambueza sobre Isaac Brizuela, quien estará 12 semanas fuera luego de que el toluqueño le fracturó el peroné izquierdo. Es momento de decir ¡Ya basta! que se quiera detener a los habilidosos con golpes, que se les castigue conforme a la ley que dice el reglamento de sanciones.
Hay tres casos de consecuencias graves en la jornada nueve, el de Irving Lozano, Renato Ibarra y el de Brizuela. Los tres estarán fuera de la actividad un buen tiempo, viéndose perjudicados los equipos para los que actúan, Pachuca, América y el “Rebaño”, el más afectado porque serán 12 semanas. Se acabó el torneo Clausura para él.
La directiva hace bien en solicitar, exigir a la Comisión Disciplinaria inhabilitar a Sambueza, quien cuenta con un amplio historial negativo y debe ser suspendido hasta que “Conejito” Brizuela regrese a las canchas. Este miércoles lo operan.
Su entrada fue desleal, en una zona del campo en la que no había necesidad de ir con fuerza desmedida, lo cual confirma lo “mala leche” de éste jugador, quien al salir del Estadio Chivas se escudo en que hay persecución de los árbitros sobre su persona. Si así fuera ¿qué culpa tiene Brizuela? Argumento tonto, infantil o ¿acaso ya se le olvidó la forma en la cual actuó en contra de un árbitro el 28 de diciembre del 2010?.
Se los recuerdo. Cuando se celebraron los 50 años del Jalisco, se efectuó un cuadrangular y en el encuentro entre Atlas y Estudiantes, el jugador reaccionó de manera agresiva contra el central Román Rafael Medina, a quien le alcanzó a dar un pechazo, que mandó al nazareno al césped.
En aquél episodio se esperaba que la Federación Mexicana de Futbol lo sancionara un año, pero no sucedió tal cosa, lo dejaron pasar y sus actitudes a lo largo de su carrera siguen siendo agresivas, contra sus compañeros de profesión o en su defecto, contra los árbitros, a quienes no les tiene respeto en ningún sentido.
Chivas actúa apegado a reglamento, pedir la inhabilitación del jugador para que modifique su conducta, que no se le sigan solapando este tipo de actos brutales. La fractura está hecha, ahora que el agresor reciba el castigo que diga el librito.
A su vez, los técnicos, en este caso Hernán Cristante, debe dejar de lado el discurso de que hay persecución contra su jugador, necesita ayuda mental Sambueza, porque ir contra un compañero de profesión en busca de golpearlo habla de un desequilibrio mental.
Ahora, la Comisión Disciplinaria debe seguir este tipo de entradas por oficio, castigar aunque no se dé una protesta del club, aunque lo más indicado es que la institución tenga la iniciativa para que se proceda, tal cual lo hizo Chivas.
El castigo debe ser ejemplares para que sentar un precedente, que los jugadores se la piensen dos veces antes de hacer una entrada con fuerza desmedida, desleal; en casos buscan descargar su frustración por ser superados.
Cuando se dan este tipo de acciones por parte de los agresores, en este caso Sambueza, no cabe el ser políticamente correctos, decir que no pedirán se sancione al jugador para no provocar una relación difícil con el club para el cual juega. Que se ejecute lo que apegado a reglamento esté y se sancione a quien se deba castigar, así que Chivas muy bien en este caso.
Sambueza debería estar fuera el tiempo que le lleve a “Conejito” recuperarse, para seguir creyendo que se está trabajando en una Liga modelo, de lo contrario se seguirá con lo mismo, donde pesa más una llamada entre altas esferas para evitar castigos. Si sucede esto último, la Liga de los amigos seguirá su buen curso, sin ley en la cancha, donde los más afectados serán los jugadores habilidosos.